1Identificación de usuario

La identificación del usuario es una de las características clave que aseguran que el sistema o aplicación sólo realiza los comandos que están debidamente autorizados. El tipo de autenticación más utilizado es la contraseña, pero con el desarrollo de las tecnologías de la información y los algoritmos de protección de seguridad, los sistemas y aplicaciones comienzan a utilizar la autenticación basada en los factores biométricos.

El uso de datos biométricos elimina efectivamente los posibles riesgos asociados con tecnologías menos avanzadas que se basan en lo que una persona tiene o sabe más que en lo que una persona realmente es [1]. Es una tecnología muy atractiva y popular, ya que puede ser integrada en cualquier aplicación o sistema que requiera control de seguridad o de acceso.

La identificación del hablante tiende a proporcionar identificación básica de los posibles usuarios situados en el área de instalación del sistema. El enfoque de detección de rostros tiene como objetivo proporcionar una identificación del usuario más fiable basada en los rostros de los usuarios que contienen muchas más características que se pueden parametrizar en comparación con el enfoque de identificación de voz. Además, el reconocimiento facial 3D amplía aún más las posibilidades de extracción de características con el fin de identificar con mayor precisión a las personas particulares y puede ser utilizado tanto para la autenticación de nivel más alto (y autorización) como para las aplicaciones más exigentes (por ejemplo, el acceso a la cuenta bancaria, etc.). Por razones de seguridad, la autenticación de reconocimiento facial 3D se puede mejorar con, por ejemplo el seguimiento de movimiento ocular o el reconocimiento del iris. Este enfoque puede simular autenticación de múltiples factores (login y además token) necesario para una autenticación de nivel más alto.

El reconocimiento del iris es extremadamente preciso, pero costoso de implementar y no muy aceptado por la gente. Las huellas dactilares son fiables y no intrusivas, pero no es adecuado para las personas no predispuestas a la colaboración. Por el contrario, el reconocimiento de la cara presenta ser un buen compromiso entre la fiabilidad y la aceptación social [1].