Los controles ambientales incluyen todo lo relacionado con el calor, la humedad y el agua. Las cortinas de las ventanas, la HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado), la calefacción central, y tal vez incluso una nevera inteligente pueden ser controlados en función de la información recogida por varios tipos de sensores que controlan parámetros como la temperatura, la humedad, la luz y la presencia. Se puede evitar así un gasto innecesario de energía. Además, los medidores de servicios inteligentes se pueden utilizar para detectar picos de uso y alertar a aquellos aparatos domésticos que los puedan estar causando.
Los sistemas de riego pueden ser considerados como subconjunto de controles ambientales externos que se pueden programar para operar en un horario preestablecido por evento (o incluso un tiempo determinado antes del amanecer). Pueden ser controlados también por un sensor de humedad enterrado, por lo que en caso de que el suelo no se seque el sistema de riego no se va a poner en marcha. Si el sistema está conectado a Internet, mediante aplicaciones personalizadas se puede leer el pronóstico del tiempo y basado en él ajustar un plan de riego (es decir, en caso de pronóstico de lluvia el sistema no se pondrá en marcha).
El uso de colectores/acumulador solares puede ayudar de manera significativa al ahorro de energía. Los colectores solares recogen el calor mediante la absorción de la luz solar o lo convierten directamente en electricidad. El uso principal de esta tecnología es en edificios residenciales, utilizándose para calentar el agua. Generalmente, una situación con una familia numerosa, o una situación en la que la demanda de agua caliente es excesiva debido al lavado frecuente de ropa. Las aplicaciones comerciales incluyen lavanderías, lavado de autos, lavandería en cuarteles militares y establecimientos de catering. La tecnología también puede ser utilizada para la calefacción de locales. La electricidad generada o el calor generado gracias a los colectores solares presentan na mayor eficiencia que los propios medios de generación de electricidad. Además, se puede conectar a las baterías para almacenar energía, que puede ser eficientemente distribuida más tarde basada en las necesidades de la casa. Esta energía se puede utilizar durante las horas en que la energía eléctrica es más cara (en caso de diferente tarifa de día y noche), así que para el calentamiento de agua, la lavadora, etc. se utiliza energía de la batería. Todos los dispositivos electrónicos se pueden configurar para utilizar cualquiera de las formas, de energía de las baterías o de la compañía de distribución de red eléctrica. Todo se puede configurar o ser controlado por el usuario a través de una aplicación en el ordenador o en un teléfono inteligente.
La energía almacenada en baterías puede utilizarse en escenarios de redes inteligentes, cuando existe un excedente de electricidad, ésta pasa de la batería a utilizarse para alimentar (vender) la red pública eléctrica. Estas aplicaciones son muy útiles para las empresas de distribución, ya que proporcionan una manera rentable de hacer frente a los picos de demanda de electricidad y en un número suficiente proporcionan una buena manera de evitar apagones.