El objetivo de la gestión inteligente de residuos es reducir la cantidad de tiempo y energía necesaria para proporcionar servicios de gestión de residuos mediante tecnologías inteligentes. Un gran problema que enfrentan las empresas de servicios públicos y de gestión de residuos es que necesitan ir físicamente al contenedor de basura para verificar los niveles de basura. Debido a esto, los camiones a menudo visitan contenedores que no necesitan vaciarse, lo que desperdicia tiempo y combustible. La optimización de ruta resuelve este problema solo parcialmente. Con el auge de Internet de las cosas, los sensores inteligentes y la tecnología M2M a nivel de sensores, la optimización de las rutas puede dar un paso adelante significativo. Los recipientes de basura pueden "hablar" con la empresa de gestión de residuos y decirles si el contenedor está a plena capacidad, cuándo debe vaciarse, a qué temperatura se encuentra el contenedor, etc., lo que permite a la compañía trabajar de manera más eficiente y cortar innecesariamente los costes. Además, los sensores pueden ayudar a la compañía a pronosticar cuándo estará lleno un contenedor de basura, lo que les permitirá planificar futuras rutas.
Las tecnologías inteligentes también pueden disminuir la cantidad de residuos indirectamente. Por ejemplo, en los EE. UU., los consumidores desperdician alrededor del 30%, o 133 mil millones de libras de alimentos cada año (unos 60 mil millones de kilos) [28]. Esto podría reducirse drásticamente con el seguimiento de activos y materiales. Usando la tecnología IoT correcta, una tienda podría rastrear mejor las cantidades exactas de los alimentos que venden, reducir los desechos y reducir el deterioro. Desde la perspectiva del consumidor, esta tecnología se puede extender a la casa, por ejemplo. el uso de refrigeradores inteligentes que podrían alertar a los consumidores cuando se estropean sus alimentos, sugiriendo que los consuman antes de que se echen a perder.