La criptografía es una herramienta matemática que permite ofrecer protección contra muchas amenazas. Muchas aplicaciones de seguridad están basadas en el uso de la criptografía para el cifrado y descifrado de datos.
El cifrado es la mecanismo de seguridad que permite cambiar los datos de modo que si una persona no autorizada accede a los datos cifrados, no le servirán para nada. El descifrado es la conversión de los datos cifrados a su forma original.
La criptografía permite almacenar información crítica o transmitirla a través de redes inseguras (como Internet), de modo que no puede ser leída por nadie excepto el destinatario previsto. La criptografía se ha convertido en un estándar de la industria para proporcionar seguridad de la información, privacidad, control del acceso a los recursos y las transacciones electrónicas.
Esta técnica se utiliza en las acciones cotidianas, como hacer o recibir una llamada de un teléfono móvil, pagar con una tarjeta de crédito o débito, retirar dinero de un cajero automático o iniciar una sesión en un equipo con una contraseña.
Un algoritmo criptográfico no es más que una aplicación de herramientas matemáticas usadas en el proceso de cifrado y descifrado. Un algoritmo criptográfico trabaja en combinación con una clave - una palabra, número o frase - para cifrar un documento (texto, imagen, música, video,…). El mismo documento original queda cifrado de forma distinta cuando se utilizan claves diferentes. La seguridad de los datos cifrados depende de dos cosas: la robustez del algoritmo criptográfico y el secreto de la clave.
Un algoritmo criptográfico robusto debe cumplir con los siguientes requisitos: