El ciclo de vida de un virus consta de cuatro fases:
En la fase latente, el virus permanece inactivo, por lo que no realiza ninguna actividad. Es necesario tener en cuenta que no todos los virus tienen esta fase en su ciclo de vida.
En la fase de propagación el virus incrusta una copia idéntica en otro programa o en un sector del disco. Así pues, cada programa infectado incluye clones de virus capaces de propagarse.
En la fase de activación el virus inicia su estado activo. Esta fase tiene su inicio cuando se cumplen ciertas condiciones o estados del programa infectado.
En la fase de ejecución el virus realiza la actividad para la que se programó durante su creación. Por lo general, son actividades destructivas y pueden causar pérdidas de información en el sistema informático infectado.