Si sólo hay una única antena, la transmisión de un usuario introduce interferencia en los otros usuarios en la misma célula. Si se utilizan múltiples antenas, se puede gestionar la transmisión de forma que se reduzca la interferencia a partir de lo que se denomina formación de haz. En el caso de la formación de haz, se controla la dirección de la transmisión y se adapta para enfocar la potencia de transmisión sólo hacia el usuario deseado y minimizar la interferencia a otros usuarios. Es decir, la potencia de transmisión está dirigida sólo a la dirección del receptor y se reduce al mínimo la potencia en otras direcciones. La formación de haces se lleva a cabo mediante la multiplicación de la señal transmitida por distintos coeficientes para ajustar la magnitud y la fase de las señales de antena individuales. Para garantizar la transmisión en una dirección apropiada, el transmisor debe ser consciente de la ubicación del terminal receptor. Los coeficientes se calculan a partir del conocimiento de la dirección, o bien se seleccionan a partir de datos predefinidos por el estándar. La dirección se puede conocer a partir de los informes de calidad de canal de los usuarios obtenidos por eNodoB. Sin embargo, la determinación de la dirección no se define para LTE.