5 Retos y barreras de la IoT
5.1 Retos

Fiabilidad

La fiabilidad tiene como objetivo aumentar la tasa de éxito de la prestación del servicio de IoT. Tiene una estrecha relación con la disponibilidad puesto que por fiabilidad garantizamos la disponibilidad de información y servicios a través del tiempo. La fiabilidad es aún más crítica y tiene requisitos más estrictos en lo que respecta al campo de las aplicaciones de respuesta de emergencia. En estos sistemas, la parte crítica es la red de comunicación que debe ser resistente a fallos a fin de realizar la distribución de información fiable. La fiabilidad debe ser implementada en software y hardware en todas las capas de la IoT. Con el fin de tener una IoT eficiente, la comunicación subyacente debe ser fiable, ya que por ejemplo, por una percepción poco fiable, la recopilación de datos, el procesamiento y la transmisión puede dar lugar a retrasos, pérdida de datos, y a decisiones finales equivocadas, lo que puede conducir a escenarios desastrosos y, en consecuencia, hacer la IoT menos fiable.

La fiabilidad se refiere al funcionamiento apropiado del sistema basado en su especificación.

Rendimiento

La evaluación del rendimiento de los servicios de la IoT es un gran reto, ya que depende del rendimiento de muchos componentes, así como del rendimiento de las tecnologías subyacentes. La IoT, al igual que otros sistemas, tiene que desarrollar y mejorar continuamente sus servicios para satisfacer las necesidades de los clientes. Los dispositivos de la IoT deben ser supervisados y evaluados para proporcionar el mejor rendimiento posible a un precio asequible para los clientes. Pueden usarse muchas métricas para evaluar el rendimiento de la IoT incluyendo la velocidad de procesado, la velocidad de comunicación, el factor de forma del dispositivo y el coste.

La evaluación del rendimiento de cada uno de los protocolos y las tecnologías subyacentes, los protocolos de la capa de aplicación y de calidad de servicio se han publicado en la literatura, pero la falta de una evaluación a fondo del rendimiento para las aplicaciones de la IoT es todavía una cuestión abierta.

La calidad de servicio (Quality of Service - QoS) es el rendimiento global de una red de telefonía o de ordenadores percibido por los usuarios de la red.

Interoperability

La interoperabilidad de extremo a extremo es otro reto para la IoT debido a la necesidad de manejar un gran número de cosas heterogéneas que pertenecen a diferentes plataformas. La interoperabilidad debería ser considerada por los desarrolladores de aplicaciones y fabricantes de dispositivos IoT para garantizar la prestación de servicios a todos los clientes, independientemente de las especificaciones de la plataforma de hardware que utilicen. Por ejemplo, hoy en día la mayoría de los teléfonos inteligentes soportan tecnologías de comunicación comunes, tales como WiFi, NFC, y GSM para garantizar la interoperabilidad en diferentes escenarios. También, los programadores de la IoT deben construir sus aplicaciones para que permitan añadir nuevas funciones sin causar problemas o perder funciones mientras se mantiene la integración con las diferentes tecnologías de comunicación. En consecuencia, la interoperabilidad es un criterio importante en el diseño y la construcción de servicios de la IoT para satisfacer las necesidades de los clientes. Junto con la variedad de protocolos, las diferentes interpretaciones del mismo estándar aplicado por partes diferentes presentan un desafío para la interoperabilidad. Para evitar este tipo de ambigüedades, serían útiles pruebas de interoperabilidad entre los diferentes productos en un banco de pruebas como los ETSI Plugtests. PROBE-IT es un proyecto de investigación que tiene como objetivo garantizar la interoperabilidad de soluciones de IoT validadas que se llevaron a cabo en pruebas de interoperabilidad como COAP, 6LoWPAN e interoperabilidad semántica en IoT.

Es un hecho conocido que dos dispositivos diferentes pueden no ser interoperables, incluso si ambos siguen la misma norma. Esta es la excusa más importante para la amplia adopción de las tecnologías IoT. Las etiquetas del futuro deberán integrar los diferentes estándares de comunicación y protocolos que operen a frecuencias diferentes y permitir diferentes arquitecturas, centralizadas o distribuidas, y ser capaces de comunicarse con otras redes a menos que emergan estándares globales y bien definidos.

Seguridad y Privacidad

La seguridad presenta un reto importante para las implementaciones de la IoT debido a la falta de un estándar y arquitectura común para la seguridad de la IoT. En redes heterogéneas como en el caso de la IoT, no es fácil garantizar la seguridad y privacidad de los usuarios. La funcionalidad principal de la IoT se basa en el intercambio de información entre los miles de millones o incluso billones de objetos con conexión a Internet. Uno de los problemas de seguridad en la IoT que no ha sido considerado en los estándares es la distribución de las claves entre dispositivos. Por otra parte, las cuestiones de privacidad y las operaciones de acceso a perfil entre los dispositivos IoT sin interferencias son extremadamente críticas. Aún así, asegurar el intercambio de datos es necesario para evitar perder o comprometer la privacidad. El aumento del número de cosas inteligentes que nos rodean con datos sensibles requiere una gestión de control de acceso transparente y fácil de manera tal que, por ejemplo, un proveedor sólo pueda leer los datos, mientras que a otro se le permita controlar el dispositivo. En este sentido, se han propuesto algunas soluciones tales como la agrupación de dispositivos integrados en redes virtuales y solamente aquellos dispositivos deseados existentes dentro de cada red virtual. Otro enfoque es mantener un control de acceso en la capa de aplicación en función de cada vendedor.

Gestión

La conexión de miles de millones o billones de dispositivos inteligentes representa para los proveedores de servicios un problema de enormes proporciones a la hora de gestionar aspectos de fallo, configuración, contabilidad, rendimiento y seguridad (Fault, Configuration, Accounting, Performance and Security - FCAPS) de estos dispositivos. Este esfuerzo de gestión requiere el desarrollo de nuevos y ligeros protocolos de gestión para manejar la pesadilla de gestión que potencialmente se deriva de la implantación de la IoT en los próximos años. La gestión de dispositivos y aplicaciones IoT puede ser un factor eficaz para el crecimiento de la implantación de la IoT. Por ejemplo, el control de la comunicación M2M de los objetos IoT es importante para asegurar conectividad en todo momento para proporcionar servicios bajo demanda. Light-weight M2M (LWM2M) es un estándar que está siendo desarrollado por la Open Mobile Alliance para proporcionar la interfaz entre los dispositivos M2M y los servidores M2M para construir un esquema independiente de aplicación para la gestión de una gran variedad de dispositivos. Su objetivo es ofrecer aplicaciones M2M con capacidades de administración remota de dispositivos, servicios y aplicaciones M2M. El protocolo NETCONF Light es un esfuerzo de la Internet Engineering Task Force (IETF) para la gestión de dispositivos restringidos que proporciona mecanismos para instalar, manipular y eliminar la configuración de dispositivos de red. Es capaz de manejar una amplia gama de dispositivos desde dispositivos con recursos limitados a dispositivos ricos en recursos. La plataforma MASH IoT, desarrollada de forma independiente, es un ejemplo de plataforma que facilita la gestión (seguimiento, control y configuración) de los activos de la IoT en cualquier lugar y en tiempo real a través de un panel de control IoT en teléfonos inteligentes. El mantenimiento de la compatibilidad entre las capas de la IoT también debe gestionarse para mejorar la velocidad de conectividad y garantizar la prestación de servicios. El grupo de trabajo de administración de dispositivos Open Mobile Alliance (OMA) especifica los protocolos y mecanismos para la gestión de dispositivos y servicios móviles en entornos con recursos limitados.

Fabricación

Los retos de fabricación deben ser resueltos de manera convincente. Los costes deben bajar a menos de un centavo por cada etiqueta RFID pasiva, y la producción debe alcanzar volúmenes extremadamente altos, mientras que todo el proceso de producción debe tener un impacto muy limitado sobre el medio ambiente, basado en estrategias para la reutilización y el reciclaje, considerando el ciclo de vida completo de dispositivos digitales y de otros productos que podrían ser etiquetados o activados por un sensor.