La complejidad de los dispositivos IoT puede ser diversa. En términos generales, los dispositivos IoT son dispositivos informáticos no estándar (objetos, elementos cotidianos, dispositivos, sensores o actuadores) conectados a una red cableada o inalámbrica, que tienen la capacidad de transmitir y/o recibir datos, recibir instrucciones e incluso actuar basados en los datos que recogen. En algunas aplicaciones, el dispositivo IoT puede preprocesar o procesar los datos recopilados del mundo real antes de enviarlos a una unidad de control que tomará las decisiones oportunas.
Los datos recopilados pueden ser procesados en el mismo dispositivo IoT o bien en una unidad remota de control. Por tanto, en las aplicaciones de IoT que involucran el procesamiento de datos, una cuestión importante es decidir dónde se debe realizar la carga computacional.
Un dispositivo IoT es un dispositivo embebido que se puede caracterizar por al menos tres bloques básicos:
La Figura 2 muestra un diagrama general de bloques que incluye los componentes principales de un dispositivo IoT. Pueden existir muchos otros bloques, pero como mínimo el componente de RF para la conectividad es común a todos ellos.
De hecho, estos bloques son comunes a muchos de los dispositivos que existen actualmente en el mercado. Sin embargo, los dispositivos IoT deben incluir, en particular, los dispositivos remotos, otras características tales como [9]: